Entre tareas y bostezos — La caída


Hay días que arrancan complicados y logran superarse a sí mismos. Claramente no era una buena semana y no podía terminar de las mejor manera. 

Era viernes...

Salí apurada con los dos chicos: la más pequeña en la mochila porta bebé, el mayor a mi lado. El cielo se venía abajo y nosotros apurábamos el paso para no perder el colectivo(porque no podía ser de otra manera,no?). En medio del apuro, íbamos hablando sobre rayos y tormentas, como si la ciencia pudiera tapar el cansancio. Porque a pesar de todo siempre hay que poner buena cara y seguir como si nada dándoles la atención que ellos merecen.

Y de golpe... el piso. Me caí.

Fue ese tipo de caída en la que no solo se golpea el cuerpo, sino también el ánimo. Me giré instintivamente para no aplastar a mi hija, y terminé con el hombro,la mano y el codo lastimados, y las costillas moretoneadas. Ella, por suerte, ni un rasguño. Yo, adolorida, asustada y con esa sensación de: ¿en serio? ¿Algo más me tiene que pasar?

No venía teniendo días fáciles. De esos en los que parece que el mundo se divierte poniendo pruebas una detrás de otra. Y esa caída fue el broche de oro de una semana que ya venía pesada.

Obviamente no me podía caer en un lugar seco, termine en pleno charco de agua sucia. Ese charco que lleva meses y meses donde si bien circula el agua, no deja de ser agua sucia. Ahí estaba yo de espalda. Me levanté como pude, dejando la poca dignidad que me quedaba, tratando de ocultar el dolor, con las zapatillas llenas de agua y la mitad del cuerpo mojado. Me levanté y seguimos para no perder el colectivo... El chófer un poco descolocado al verme subir en ese estado tuvo la amabilidad de pedir que nos dejen sentar. Ahí estaba yo,sentada intentando fingir que nada me dolía, mientras discretamente trataba de escurrir el agua de mi calzado mientras seguíamos hablando de la tormenta que se venía. 

Me costó reírme esta vez. Me salió más tarde, cuando los chicos ya dormían, y yo podía al menos respirar sin que me duelan las costillas (tanto).

🟣 Logros del día:

Mi hija ni se enteró de que volamos al piso.

Mi hijo, testigo de todo, me ayudó a levantarme con una ternura que me quebró más que el golpe.

No perdimos el colectivo. Aunque ganas no me faltaron de volver a casa.

🟡 Cansancio: Nivel “no me toquen, no me hablen, solo abrácenme en silencio”.

❤️ Hoy agradezco: Que los tuve conmigo, sanos. Y que a pesar de todo, sigo estando. Aunque a veces me sienta rota, sigo estando.

Días difíciles, momentos de cambios...pareciera que todo se nos viene abajo, que nada funciona ,nada sale bien... Siento que mayo no ha sido el mejor mes, para no decir que esté no estaría siendo un buen año... 

Solo queda esperar...



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