Maternidad compartida

                    Maternidad compartida...con un dolor crónico.

¿ Cómo es convivir la maternidad con una dolencia crónica?

En mi caso, sufro de migraña crónica - o el nombre que quieras darle al dolor de cabeza constante-.
Es inexplicable lo difícil que es mantener bajo control el dolor...y a los niños al mismo tiempo.
A los 12 años empezaron los dolores de cabeza, justo con el cambio hormonal. Los médicos asumieron que se debían al período o a la vista, ya que uso lentes desde los 9 o 10 meses. En fin...con el tiempo, los dolores empeoraron, pero los médicos sigue culpando a las hormonas. También mencionaron el hipotiroidismo y el aumento de peso. Años escuchando lo mismo: que tengo que aprender a convivir con esto.
Hice dietas, cambié de médicos, probé diferentes calmantes, desintoxiqué mi cuerpo, fui a guardias a que me inyecten algo, a que me pongan suero y me controlen por horas. Pasé por neurólogos, alergistas, endocrinólogos, oftalmólogos...
Probé de todo. Y siempre escuché lo mismo: debes aprender a vivir con esto.
Pero cuando una está sola y con dos niños, toto cambia. Ya no estas dispuesta a seguir padeciendo este dolor.
La vida no se detiene. Los niños no tienen por qué sentarse en un rincón a esperar que mamá vuelva a reaccionar.
El mayor, que tiene 9 años, ya está tan acostumbrado, que cuando le digo que siento mucho dolor, viene con el hielo y me pregunta si ya me tomé la pastilla, o si llama a papá para que hable con el médico. Solo tiene 9 años. No debería cargar con mi dolor ni hacerse cargo de su hermanita de 2 años, que parece que cuando me ve mal, decide portarse peor...
A veces me siento tan culpable... Una carga, una molestia para mi entorno. Que no siempre está, o no siempre puedo acudir a ellos. Suelo irme sola con los chicos para que me inyecten algo y seguir con el día. Porqué, claro, una madre - y más cuando está sola- no se puede dar el lujo de tirarse a la cama todo el día y dejar a los chicos a la deriva. Por mas dolor que sienta, no puedo dejar de atenderlos...a menos que mi esposo esté con nosotros. Ahí si puedo soltar todo en sus manos. Porque él no solo puede con los chicos, también es mi cable a tierra. Me ha ayudado muchas veces a calmar la migraña sin tener que correr a una guardia.
Pero ¿ cómo se hace para vivir con un dolor crónico? He perdido trabajos, días enteros, semanas de frustración, agotamiento físico y mental.
¿Cómo se aprende a vivir con ese agotamiento? Es tal el dolo, que no podés pensar. Te volvés  irritable, se va la paciencia, la memoria se ve afectada... Toda tu vida se ve afectada.
 Sé que lo mío, comparado con otras dolencias crónicas, quizás no parezca tanto.
Simplemente comparto lo que me pasa. Como digo siempre : todos sentimos y afrontamos las cosas de forma distinta.
Desde ha unos años - ya cansada, ya con un hijo- empecé a probar tratamientos. Pasé por varios neurólogos muy poco interesados, pero este año tuve la suerte de encontrar a una que realmente muestra interés. Estamos probando un tratamiento que no ha eliminado las migrañas, pero bajó un poco la intensidad. Igual...no sé qué es peor: el remedio o la enfermedad. Este medicamento tiene tantas contraindicaciones, que me ha dejado más imposibilitada que la migraña cuando lo empecé a tomar.
Es un camino largo, me dijo la neuróloga. Espero que, por fin, pueda vivir en paz con esto...
Y no hay algo que odie más que esa frase: debes aprender a convivir con la migraña.




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